domingo, 31 de marzo de 2013

Quedan vacíos tan enormes. Quedaron huecos en mí tan difíciles de llenar y todo ahora parece tan complicado. Me siento un objeto, ese muñeco nuevo de cuando eras pequeño, ese que desde el momento que te lo compraron se convirtió en tu preferido hasta que llegó otro más nuevo aún. Fui un simple pasatiempo, eso que haces cuando no tienes más que hacer y estás aburrido. Sé que te serví de entretenimiento hasta que te cansaste, sé que no fui mucho más y tú no sabes cuanto duele. Es una sensación horrible sentirte usada, sentir que realmente tú no me quisiste como yo si, que no me sentiste como yo a ti. Realmente no me decepcionaste tú, me decepciono yo cada vez que intento encontrarme el fallo y veo que hay mil. Me decepciono cada vez que entiendo porque ni tú, ni nadie quiere compartir más que unos días de su vida conmigo. Siempre me quedo siendo una pequeña parte de la historia, unas páginas, con suerte un capitulo pero no mucho más. Yo no soy de las que llegan al fueron felices y comieron perdices. Ya no sé si habrá final feliz, o la historia infinita y eterna que me encantaría vivir y revivir todos los días de mi vida. Siento que no van a haber más príncipes, ni volveré a ser princesa. Siento que seré siempre doncella, que me usarán y usarán hasta que me vuelva inútil y ahí ni me quieran, ni me usen, ni sea nada. Y no sé cuando llegará ese momento pero estoy cansada.

domingo, 17 de marzo de 2013


Dicen que el tiempo pasa lento cuando estás triste. No lo sé, pero a mí estos meses se me han hecho efímeros. El tiempo ha pasado rápido, tanto que has podido tener más que otra historia, tan poco que no ha hecho falta más para olvidarme. Unos simples meses, no sé si unos simples días hicieron falta para borrar toda huella mía en tu vida. Pero aquí estoy yo, mantengo puño y letra cuando el único motivo que me lleva es escribirte. Sufrirte es lo que me mata lentamente como si me hubieran intoxicado la sangre e intoxicado también tengo el corazón. Tus mentiras y promesas fueron el mejor veneno, me dejaste agonizando por un amor tuyo, amor nuestro que nunca jamás en realidad existió. Lo idealicé, cree una persona perfecta con todo defecto que te encontré. Que no había nadie mejor, que nadie me sabría querer, ni entender como tú lo hacías. Sé que me equivoqué, porque pasar tus ratos libres conmigo no es querer, que mandarme un mensaje aburrido no es cuidar, que no me entendías porque me escucharas aquellos días cuando no tenías nada que hacer. Fui un capricho, y tú el niño que consiguió todo cuanto quiso de mí. No podrás quejarte, pero lo hiciste, ya que nada era suficiente para ti. No podía enfadarme, ni quejarme, ni decir que era lo que no me gustaba de ti. Era una histérica para ti, simplemente por enfadarme al descubrir que me engañabas. ¿Sabes? Era una persona humana, alguien que pensaba en ti cada vez que se despertaba, quien te soñaba, te esperaba y adoraba cada suspiro y sonido que hacía simplemente al respirar. Me dolía, me dolió que me mintieras, que me utilizaras como un objeto hasta que no te serví más. Me dañaste, me rompiste en pedazos y ahora siento que nadie de nuevo me sabrá encajar, nadie me va a arreglar y seguiré así, seguiré por ti. Meses ya, no sé si años acarreando con estos daños, con heridas abiertas, con lágrimas en la puerta de mis ojos cada vez que te empiezo a recordar. No sé si esto terminará, algún día quizá.. por ahora sigo esperando aceptando que ya no me estás amando y que pusiste a otra en mi lugar. Dejemos el tiempo pasar, como yo te quise nadie te va amar, como tú me quisiste nadie sabrá, pues esa no es manera de amar, tú solo conseguirte dejar un alma rota, solo supiste dañar.